LING_5: Modificadores en variedades del español y en contraste con lenguas románicas: normas descriptivas, prescriptivas e ideales
Coordinadores/as de sección: Martin Hummel (Karl-Franzens-Universität Graz), Anna-Maria de Cesare (Universität Basel)
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El uso de los modificadores —entendidos éstos en sentido amplio como categorías adverbiales o adjetivales que modifican otras unidades del discurso (verbo, adjetivo, adverbio, sustantivo, oración)— se relaciona muy estrechamente con hechos culturales tales como las normas descriptivas (o “normas de uso”), las normas prescriptivas (por ejemplo cuando de acuerdo con el uso estándar se impone la utilización de adverbios terminados en -mente frente a adjetivos adverbiales: ir directamente en lugar de ir directo) y las normas ideales (estilos). Sobre esta base se han desarrollado diferentes preferencias culturales en el tiempo y en el espacio, o sea constelaciones, tanto al interior del mundo hispanohablante como en el contexto más amplio de las lenguas románicas. Así, mientras en Europa los adverbios terminados en -mente suelen ser atribuidos a variantes estándar, en América éstos conservan la connotación existente en la Europa del Siglo de Oro de “variantes de prestigio” (Arjona Iglesias 1991). Por otra parte, los adjetivos adverbiales se usan en América—al menos en la lengua hablada—como variante por defecto, al paso que en Europa es más fuerte la connotación de variante subestándar. Ante este panorama, los estudios comparativos y contrastivos se revelan como la mejor instancia metodológica para sacar a luz diferencias relacionadas con el diasistema del español.
Esta perspectiva, en primer lugar, se aplica a la comparación de distintos tipos de texto dentro del español (ej. Kofler 2007, Company Company 2012) como también al análisis comparativo de escritura y oralidad, de oralidad formal e informal (Medina Gómez & Alarcón Neve 2013, Kortschak & Hummel 2018) y del uso idiomático según niveles escolares. En este sentido, resulta interesante documentar mediante una encuesta lo que en las escuelas se transmite al alumnado (Alarcón Neve 2008). Se puede incluir también el estudio de hablas rurales en las que se observa una predilección por el uso de adverbiales con preposiciones, de las cuales algunas se conservan en la lengua común, específicamente en los registros coloquiales (a secas, a la ligera, a las buenas, a ciegas, de fijo, a la fija (América), a la larga, en limpio, a la mera (América), de plano, al pronto). Dichos adverbiales, por el hecho de haber sido muy usuales hasta el Siglo de Oro (Hummel 2014), sugieren el estudio comparativo de distintas épocas del español.
En segundo lugar, es preciso considerar los estudios contrastivos entre lenguas románicas, tal como los de Gil (1995), Veland (1998), De Cesare, Albom & Cimmino (2017), Alloa et al. (2008) y Bermejo (2007). No obstante, aún queda por elucidar el papel que cumplen las normas (de uso, prescriptivas e ideales) en la explicación de dichas diferencias. Para este propósito sería interesante revisitar—con el fin de revitalizarla—la traductología multilateral de Wandruszka (1969), ya que resulta evidente que la comparación de traducciones de un mismo texto pone de manifiesto las preferencias que muestran las distintas culturas lingüísticas (Hummel 1998).
Por consiguiente, la sección abarca una gran variedad de aspectos temáticos y metodológicos, y, centrada en la lengua española, fomenta el estudio comparativo y contrastivo de ésta tanto con respecto a su variación interna como en lo que atañe a la variación que presentan las lenguas románicas. Su objetivo consiste en revelar los condicionantes culturales del uso de los modificadores añadiendo al mismo tiempo una nueva dimensión explicativa a las ya consideradas en los estudios tradicionales de índole funcional.
Contacto: martin.hummel@uni-graz.at , anna-maria.decesare@unibas.ch